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El arte de vender mierda

Alexander Saudre Cosaat

La editorial española LAETOLI puso hace dos años en circulación el libro El arte de vender mierda: El fecomagnetismo, la homeopatía y otras estafas, escrito por Fernando Cervera, finalmente llega a México. Este libro tan peculiar nos cuenta la historia real de dos científicos, Mariano Collantes y Fernando Cervera, que a manera de broma se propusieron crear su propia pseudociencia, el fecomagnetismo, y con ella averiguar cuán fácil era vender mierda a la gente pero, sobre todo, qué tan sencillo era ingresar al círculo de las pseudociencias.

Vender mierda es muy fácil y tengo pruebas para decirlo
Portada del libro 'El arte de vender mierda'

La primera parte del libro comienza con una reflexión respecto a cuáles son las principales características que debe poseer una ciencia; reproducibilidad, falsabilidad y posibilidad de revisión. Las pseudociencias, como la Homeopatía, adolecen de una o más de estas características. Después de eso nos hacen un breve repaso por algunas de las principales pseudociencias y es cuando se dan cuenta que

... para crear nuestra parodia no solo necesitábamos comprender las pseudociencias sino también a los pseudocientíficos que las había inventado o creado.

Para lograr esto hicieron un análisis de las figuras destacadas dentro del mundo de la pseudociencia, lo que los llevó a saber de Isaac Goiz Durán, conocido estafador y creador del llamado biomagnetismo médico, el cual asegura que las enfermedades se deben al desequilibrio del pH en zonas del cuerpo y que con ayuda de imanes puede reajustar este desequilibrio (volver a un pH neutro), curando de este modo las enfermedades, sin importar cuál sea su origen; bacteriano, viral, genético, etc.

Se dieron cuenta que la mayoría de las nuevas pseudociencias que surgen se acogen a aquellas que ya han alcanzado una mayor grado de aceptación entre el público, como la Homeopatía o el Biomagnetismo.

Al analizar las diferentes pseudociencias notaron que sus fundadores hacían uso de tres estrategias; la desesperación, el miedo y el asombro. La desesperación es la más común de todas, y por la que mucha gente llega a estas, así llamadas, terapias alternativas.

... las personas desesperadas son fáciles de engañar.

Pero las pseudociencias no se limitan a querer curar enfermedades. Otras como los “antivacunas” o los “antitransgénicos” buscan inculcarnos un miedo ante los posibles daños o enfermedades que estas tecnologías pueden causar. Los antivacunas por ejemplo, acusan a los laboratorios de fabricar vacunas que generan autismo en los bebes. En cuanto a los transgénicos los acusan de producir cáncer o la muerte. Fernando nos platica del caso más conocido, el del presidente Evo Morales quien afirmo que:

... los transgénicos y las hormonas causaban la calvicie y la homosexualidad ¿quién quiere comer transgénicos y convertirse en un calvo homosexual

La estrategia del asombro la emplean aquellos pseudocientíficos que dicen poseer poderes especiales que los ayudan a curar o potenciar supuestas habilidades. Fernando nos platica del caso más conocido en España, el de Marta Eugenia quien

... afirma que cursó, entre carreras y másteres, un total de 26 disciplinas relacionadas con la neurociencia, la biotecnología y la informática. Después creó el método Sapientec para aumentar la inteligencia, volvió a España, estudió idiomas y Derecho, encontró fallos en la teoría de relatividad de Einstein y creó las empresas Sapientec S. L. y Babysapien S. L. Dice que sus dos compañías pueden estimular la inteligencia de los bebés: ¿quién no pagaría por tener un genio en la familia?

Una vez clara la estrategia y los tipos de pseudociencia que existen, comenzaron a reflexionar sobre todo lo que tendrían que hacer y cuáles eran su objetivos, pero sobre todo les preocupada una pregunta:

... queríamos hacer una parodia, pero tenía que tener un aire cutre, poco serio y estar lleno de pistas para que cualquiera pudiera adivinar que era una broma. Sólo queríamos hacer una crítica divertida y rápida. La pregunta era: ¿cuánto tiempo tardarían en darse cuenta que todo era falso? ¿Un día? ¿Una semana? Lo que jamás imaginamos es que tardarían años.

Para implementar su pseudociencia se apoyaron en dos de las más conocidas; la Homeopatía y el Biomagnetismo. Dijeron que su terapia consistía en heces diluidas con técnicas homeopáticas y potenciadas con ayuda de imanes. Crearon una página web donde dijeron que esta terapia estaba basada en un pasado ancestral y que el redescubrimiento de la terapia había sido por investigadores extranjeros, ya que como dice Fernando

La estrategia de usar vendedores extranjeros es muy utilizada por los estafadores biomédicos, y uno de los argumentos más utilizados por muchos homeópatas es que la homeopatía fue fundada por un médico alemán: ¿cómo van a equivocarse los científicos alemanes?

Una vez establecida su página, comenzaron a hablar de ella en los foros de algunas páginas que promovían las pseudociencias, la sorpresa vino cuando, pocas horas después, comenzaron a recibir correos solicitando más información o queriendo adquirir sus productos.

Políticamente incorrecto

Una vez mostrado lo fácil que era vender mierda, comenzaron a preguntarse ¿a qué se debía esto?, y más importante ¿quién tenía responsabilidades de que fuera tan sencillo venderle mierda a la gente? ¿Por qué las instituciones encargadas de cuidar de la salud de los españoles no intervenían? Al analizar la historia reciente de los ministros de Sanidad encontraron que

España ha tenido 18 ministros de Sanidad desde el inicio de la democracia en 1977, y entre ellos podemos contar diez abogados, tres economistas, dos sociólogas, un físico, una ingeniera industrial, una persona con estudios básicos y tan sólo dos médicos. De hecho España tuvo que esperar 25 años para tener una ministra de Sanidad con formación médica

Todo esto los llevo a preguntarse por aquellos encargados de legislar las leyes, es decir, los miembros del parlamento.

En el parlamento se debate sobre cualquier tema imaginable, así que lo más sensato sería que los parlamentarios tuviesen una formación variada, es decir, que hubiese gente de las diferentes ramas del conocimiento para poder opinar y hacer propuestas sensatas. ¿No sería lógico que para hablar de educación hubiera pedagogos? ¿No sería lógico que para hablar de temas científicos hubiera científicos?

Al finalizar su investigación se dieron cuenta que la mayoría de los parlamentarios tenía una formación en Derecho, Comercio y Ciencias Sociales (61.4%) y, aún más alarmante, los parlamentarios con formación básica (7.2%) superaba a aquellos con formación científica (2.6%). Con esta información uno puede comenzar a preguntarse cuál será la distribución en México o en cualquier otro país.

Aquí podemos ver uno de los problemas de nuestras democracias, la falta de representación, no de ideologías políticas; izquierda, derecha, centro, etc., que es en la que sueles centrarse los políticos o los analistas, sino de las áreas de conocimiento y desarrollo que requiere un país. Los parlamentarios argumentarán que lo único que necesitan es rodearse de buenos asesores, pero al investigar todo esto y recibir muestras de interés por parte de asesores en otros países (México) para vender su mierda, llegaron a la conclusión de que:

… una persona sin ningún conocimiento científico no puede legislar sobre temas científicos o de salud pública, ya que sin una base mínima no puede distinguir los asesores competentes de los incompetentes
Hospital Nacional Homeopático de la Ciudad de Mexico
Imagen del nuevo Hospital Nacional Homeopático en la ciudad de México inaugurado por el presidente Enrique Peña Nieto en 2014

Todo esto trae la agravante consecuencia de que

Si no frenamos esta desconexión entre política y ciencia seguirán aumentando los riesgos para los ciudadanos, ya sea por culpa de las políticas energéticas o por las estafas biomédicas, las cuales no solo se toleran sino que, además, tienen defensores dentro del parlamento

Traficantes de Karma

Una vez que comprobaron la disposición que tenía la gente a creer en cualquier pseudociencia sin la necesidad de pruebas, se preguntaron si los pseudocientíficos serían más exceptivos al respecto. Así que buscaron la manera de ponerse en contacto con diferentes pseudocientíficos. Les sorprendió que todos ellos estuvieran dispuestos a colaborar y promover su “terapia”, sin solicitar prueba alguna de su efectividad, lo único que pedían a cambio era un pequeño pago monetario.

Estaba claro que en el mundo de las “terapias alternativas” la palabra prueba podía ser sustituida fácilmente por dinero

Se adentraron aún más en este mundo de las terapias alternativas y lograron impartir una conferencia en la XIII Feria Esotérica y Alternativa de Atocha, Madrid, en la cual, explicaron cómo funcionaba su terapia y cuáles eran sus fundamentos, como que

... los cerdos se revolcaban en sus propias heces para prevenir enfermedades, además de inventar que los indígenas argentinos usaban mezclas de heces y orina para curarse

Ni los asistentes a la conferencia, ni los organizadores del evento tuvieron problema con aceptar estas historias inventadas como fundamento para su terapia. El participar en esta feria que se desarrolló en un lugar público y con el apoyo del gobierno, les hizo darse cuenta de que:

Tal como señalé anteriormente, lo que más nos indignaba era ver cómo, por el mero hecho de ocupar un lugar público, esos estafadores eran legitimados ante la sociedad … El congreso tenía lugar en un edificio municipal; es decir, las instituciones públicas, promovían la curación espiritual, el reiki, los chakras y el tarot.

Después de su participación en la feria, decidieron que ya había demostrado su punto. Lograron convencer fácilmente al público, pero sobre todo a los pseudocientíficos y, aún más, mostraron que miembros con cargos importantes en la sociedad estaban dispuestos a poyar este tipo de estafas, a costa del dinero de los contribuyentes, y proveyéndoles de legitimidad. Lo que vivieron les mostró que:

... las pseudociencias no son más que estafas inventadas con un único propósito: obtener dinero de las personas que no tienen suficientes conocimientos científicos

Al concluir el relato de su viaje, Fernando reflexiona sobre la necesidad de proporcionar, desde las escuelas, una serie de herramientas para poder tener un pensamiento más escéptico, sin caer en el extremo de descreer en todo.

Si solo eres escéptico, morirás conociendo exclusivamente lo que ya se sabía cuando viniste a este mundo. No obstante, si das por valida cualquier cosa sin someterla a una duda escéptica, entonces no podrás distinguir entre buenas y malas ideas, y en ese caso puede que termines comprando heces porque un tipo te dijo que lo hicieras.

Entre las herramientas más destacadas que propone podría citar tres:

La gente asume respuestas sin conocer siquiera lo que le están preguntando

Por ejemplo, muchos pseudocientíficos hablan de la energía y dicen ser capaces de curar manipulándola, pero ni la gente, ni los pseudocientíficos suelen tener un concepto claro de ¿qué es la energía? y si ésta se puede manipular del modo en que dicen hacerlo.

Hay que enseñar a no usar argumentos de autoridad

Ésta es una de las herramientas más comunes que se puede observa de los estafadores cuando discuten, usan argumentos del tipo, como Einstein dijo ... entonces debe ser cierto En ciencia no importa QUIÉN lo diga, ya sea Albert Einstein o el voceador de la esquina. Lo importante son los ARGUMENTOS y las EVIDENCIAS que sustentan estos argumentos.

Si Einstein dice que la tierra está hueca no por ello se convierte en verdad. En otras ocasiones los estafadores suelen mezclar citas de científicos famosos que no fueron hechas dentro de la ciencia, sino que en ese momento, intentaban compartir sus propias visiones, opiniones o interpretaciones del mundo y, por lo tanto, son solo OPINIONES, no evidencia a favor ni en contra.

No hay que dejarse llevar por argumentos catastrofistas que infunden miedo al futuro

Ocurre comúnmente con las nuevas tecnologías como por ejemplo; los transgénicos o la clonación. La gente tiende a imaginar el peor escenario posible, aún sin saber siquiera si el riesgo es real o cómo funcionan estas tecnologías.

Otras de las medidas que propone, no para la educación de los niños, sino para implementarla dentro de las instituciones del gobierno, es la de solicitar competencia en el sistema legislativo y en las secretarias o ministerios, ya que las decisiones que se toman ahí tienen mayores repercusiones

Todo el mundo entiende que los maestros deben pasar por una oposición y una selección: ¿por qué no hacer lo mismo con aquellos que deciden las leyes de educación? Al fin y al cabo, las consecuencias de tener a un incompetente en el cargo son mucho mayores. Un mal maestro puede educar mal a unos pocos miles de alumnos, pero un mal ministro de Educación puede hacer que se eduquen mal a todos los niños de un país. ¿Por qué somos más estrictos con los puestos de menor responsabilidad? Es una pregunta que algún día tendremos que hacernos en nuestra sociedad.

... la responsabilidad de que afecten las pseudociencias a la sociedad la tenemos también los científicos, que no hemos logrado hacer comprender a la sociedad que la ciencia es algo mucho más grande que los frutos que nos proporciona. Los científicos hemos comenzado a cambiar nuestra concepción de la divulgación científica, y ahora la practicamos siempre que nos dan una oportunidad. Lo único que falta es que la instituciones públicas respondan de igual manera ante esta llamada

Comentario final

El Arte de Vender Mierda, es un libro pequeño pero poderoso. Posee un gran valor, en especial, por hablar de las preocupaciones, los problemas y los engaños que aquejan a la sociedad. Las amenazas que nos presenta, tienen que ver, quizá, con lo más importante de nuestra vida, la Salud. Es por ello que este libro no solo es un libro más de divulgación, es un libro de denuncia desde la ciencia. Un libro para reflexionar que todos; sociedad, autoridades y científicos, tenemos una responsabilidad en estos problemas, y que en conjunto, sin exclusiones, podemos encontrar la manera de hacer frente a todos los retos

Si aún no te has convencido de adquirir el libro, dejo una link para que puedas ver el vídeo donde Mariano Collantes, el otro fundador de la terapia alternativa del Fecomagnetismo, nos platica su historia.

Referencias